Himnu Nacional Arxentín

(Redirixío dende Himno Nacional Argentino)

L'Himnu Nacional Arxentín ye l'himnu del país dende'l 11 de mayu de 1813. Llamábase a lo primero Marcha Patriótica, y dempués llamáronla, socesivamente Canción Patriótica Nacional y Canción Patriótica. Nuna copia espublizada en 1847 llamóse-y por primer vegada Himno Nacional Argentino, nome que caltién anguaño. Delles veces, equivocadamente, llámenlu fora de l'Arxentina ¡Oíd, mortales!, que son les pallabres poles qu'entama'l canciu.

Himnu Nacional Arxentín
Datos
Tipu himnu nacional
Idioma castellanu
Lletrista Vicente López y Planes
Compositor Blas Parera (es) Traducir
Audio
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Compuso la so música Blas Parera, mentantu que'l testu ye de Vicente López y Planes (1785-1856). Magar que la versión orixinal duraba venti minutos, anguaño cántase una versión reducida, d'ente trés minutos y mediu y cuatro según les versiones. La forma d'execución y el testu tán establecíes nel Decretu Nᵘ 10302/1944.

Lletra

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Himnu Nacional Arxentín

Himnu Nacional Arxentín, tresmitíu pola Radio Universidad Nacional de La Plata

Versión moderna abreviada, adoptada'l 2 d'agostu de 1924:

Oíd, mortales, el grito sagrado:

"¡libertad, libertad, libertad!"
Oíd el ruido de rotas cadenas,
ved en trono a la noble igualdad.

Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sur
y los libres del mundo responden:
"Al gran pueblo argentino, ¡salud!
Al gran pueblo argentino, ¡salud!"
Y los libres del mundo responden:
"Al gran pueblo argentino, ¡salud!"

Estribillu

Sean eternos los laureles
que supimos conseguir,
que supimos conseguir.
Coronados de gloria vivamos...
¡o juremos con gloria morir!,
¡o juremos con gloria morir!,

¡o juremos con gloria morir!


Versión antigua "Marcha Patriótica" (1813):

Oíd, mortales, el grito sagrado:

libertad, libertad, libertad.
Oíd el ruido de rotas cadenas,
ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta a la faz de la Tierra
una nueva y gloriosa Nación,
coronada su sien de laureles,
y a sus plantas rendido un león.

Estribillu

Sean eternos los laureles,
que supimos conseguir.
Coronados de gloria vivamos...
¡o juremos con gloria morir!

De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar
la grandeza se anida en sus pechos:
a su marcha todo hacen temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas,
y en sus huesos revive el ardor,
lo que va renovando a sus hijos
de la Patria el antiguo esplendor.

Pero sierras y muros se sienten
retumbar con horrible fragor:
todo el país se conturba por gritos
de venganza, de guerra y furor.
En los fieros tiranos la envidia
escupió su pestífera hiel;
su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel.

¿No los véis sobre México y Quito
arrojarse con saña tenaz
y cuál lloran, bañados en sangre,
Potosí, Cochabamba y La Paz?
¿No los véis sobre el triste Caracas
luto y llantos y muerte esparcir?
¿No los véis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir?

A vosotros se atreve, argentinos,
el orgullo del vil invasor;
vuestros campos ya pisa contando
tantas glorias hollar vencedor.
Más los bravos, que unidos juraron
su feliz libertad sostener,
a estos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.

El valiente argentino a las armas
corre ardiendo con brío y valor,
el clarín de la guerra, cual trueno,
en los campos del Sud resonó.
Buenos Ayres se pone a la frente
de los pueblos de la ínclita unión,
y con brazos robustos desgarran
al ibérico altivo león.

San José, San Lorenzo, Suipacha,
ambas Piedras, Salta y Tucumán,
La Colonia y las mismas murallas
del tirano en la Banda Oriental.
Son letreros eternos que dicen:
aquí el brazo argentino triunfó,
aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló.

La victoria al guerrero argentino
con sus alas brillante cubrió,
y azorado a su vista el tirano
con infamia a la fuga se dio.
Sus banderas, sus armas se rinden
por trofeos a la libertad,
y sobre alas de gloria alza el pueblo
trono digno a su gran majestad.

Desde un polo hasta el otro resuena
de la fama el sonoro clarín,
y de América el nombre enseñando
les repite: "¡Mortales, oíd!:
ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sur".
Y los libres del mundo responden:
"Al gran pueblo argentino, ¡salud!

Sean eternos los laureles
que supimos conseguir.
Coronados de gloria vivamos...
¡o juremos con gloria morir!


Referencies

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Enllaces esternos

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Himnu nacional na versión de Jairo, incluyida nel discu El grito sagrado